La vida es todo.
Nosotros somos vida y todo lo que nos rodea también. Tus amigos, los desconocidos que te cruzas por la calle, el árbol que está debajo de tu casa, el ambiente en el que te mueves... Todo.
Es la sensación de la lluvia cayéndote en la cara después de un día muy largo. Es levantarte un domingo sin saber, ni importarte, que hora es. Es el olor bollería al pasar por delante de una panadería...
Es algo individual y a la vez colectivo. Tú tienes tu vida, pero está en tu mano hacer que la vida de los demás sea agradable, plena, que merezca la pena ser vivida.
La vida son decisiones. Es acertar, fallar, aprender, llorar, reír, odiar, amar...
Cuando me mandaron analizar lo que significa para mi la palabra "vida" pensé en todas las cosas que tienen vida y las cosas que te hacen disfrutar de ella. Pero, ¿qué no es vida? ¿Acaso hay algo que no sea vida? El mero hecho de estar vivo, ¿no convierte a todo lo que te rodea en parte de tu vida?
Al no poder responder a estas preguntas, llegué a una conclusión.
Sea lo que sea la vida, lo que tengo claro es que la vida no está para explicarla, sino para vivirla.
Mi vida no ha sido un camino de rosas, pero tampoco lleno de espinas. Si tuviera que utilizar una palabra para describirla sería "inquieta".
No he llegado a estar más de 4 años seguidos haciendo lo mismo en un sitio (me refiero a estudios sobretodo). Habiendo nacido a las afueras de Burgos, a los 3 años mis padres y yo nos mudamos a la parte centro de la ciudad, donde empecé el colegio. Cuatro años más tarde, ya con mi hermano, nos volvimos a mudar a la parte opuesta de la ciudad. Ahí acabé la educación primaria.
Me cambié a un instituto, y 4 años más tarde, tras haber acabado la ESO, decidí que no quería hacer una modalidad "normal" de bachillerato. Me fui hasta la otra punta de Burgos (cerca de donde había vivido al comenzar mi vida) para comenzar el bachillerato de Artes.
Lo que me movía a recorrer todos los días la ciudad de un extremo a otro, fue la fotografía. Tras haber ganado algunos premios de fotografía matemática y artística, pensé en desarrollar mi habilidad en esta escuela.Después de pasar por las manos de una profesora de fotografía y edición nefasta, abandoné este arte visual y pasé el 2º año de bachillerato barajando nuevas opciones de estudio y posibles salidas profesionales.
Un año después estaba empezando el ciclo superior de Realización de Proyectos Audiovisuales y Espectáculos. Al terminar las prácticas en una televisión local, me ofrecieron un puesto de trabajo (mi contrato se iría renovando, o no, cada año) que rechacé para poder seguir estudiando.
Hoy estoy aquí, en esta nueva etapa, estudiando el grado en Publicidad y Relaciones públicas en el campus Maria Zambrano.
¿Y mañana?